jueves, 3 de diciembre de 2009

UN CURSO CON DESPEDIDA EMOCIONADA



El fin de curso nos ofrece la oportunidad de mirar con agradecimiento el tiempo pastoral que concluye y en el que las actividades pastorales van finalizando.
Es el momento de evaluar nuestras labores, no sólo para corregir los errores y valorar los aciertos, sobre todo para dar gracias a Dios por que se ha hecho presente en tantas realidades apostólicas como las que entre todos hemos realizado con entrega, confianza e ilusión.
En este curso hemos vivido muchas cosas juntos como comunidad eclesial; se ha promulgado el IV Plan Diocesano de Evangelización “Revitalizar nuestras comunidades para la misión a la Luz de la Palabra de Dios”, iniciándolo con ese precioso proyecto “Brille vuestra luz” y que desde el consejo Pastoral y las áreas pastorales hemos realizado nuestra lectura implicativa.
Pero también nos ha dejado una despedida particular, la de quien durante más de 14 años ha sido nuestro Obispo, D. Ricardo. Su marcha a la sede vallisoletana ha dejado nuestra Iglesia Particular en sede vacante. D. Mario ha recibido el encargo de regirla en este tiempo como Obispo Administrador Apostólico, y por él oramos diariamente.
Al concluir este curso, pedimos al Señor que pronto nos envíe un nuevo Obispo diocesano que con amor, entrega y generosidad siga el modelo del Buen Pastor, Jesucristo.

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